Los Mercados Financieros El blog de Ricardo González

S&P 500: ha llegado el momento


Hace ahora un mes, os mostraba en este mismo blog que el bono resulta un indicador líder sobre las acciones, siendo capaz de advertirnos con alrededor de 6 meses de antelación sobre el comportamiento futuro de la renta variable internacional.

No voy a reproducir el post entero puesto que quien quiera leerlo está a su disposición pulsando sobre estas líneas, pero sí que conviene repasar algunos de sus párrafos, porque amigos míos con un poco de adelanto parece que ya está aquí el retroceso número 1 del que venimos hablando desde finales de julio en los informes de esbolsa.com (concretamente el número 27) y que explicaba en septiembre en este mismo blog.

En la parte final de la entrada, después de explicar las razones decía algo así:

[…] en la actualidad el mercado es especialmente sensible a las caídas de los bonos, y es un elemento que debemos de vigilar para adelantarnos a futuros movimientos bajistas en las bolsas.

En líneas generales, podemos decir que los movimientos bajistas en las bolsas se producen con una media de 6 meses de retraso sobre los bonos (así ha sido en los últimos dos ejemplos más recientes), y que por cada punto porcentual de retroceso en los bonos, el Standard & Poor’s 500 ha cedido una media del 2,5%.

Si bien este tipo de cálculos no son todo lo precisos que nos gustaría, sí que pueden servirnos como referencia para trazar un escenario futuro acorde a los datos de mercado que tenemos similares al actual.

En aquellos días compartía con vosotros el siguiente gráfico:

Vuelvo a citarme:

En el gráfico os he señalado dos puntos, numerados como “1” y “2“. Nos centraremos primero en el punto “1” teñido de rojo, puesto que sus inicios tuvieron lugar a finales de mayo principios de junio de este mismo año. Si lanzamos la proyección en el tiempo sobre cuándo dicho retroceso tendrá efecto sobre la renta variable, nos damos cuenta de que será más o menos a finales del mes de octubre o principios de noviembre, coincidiendo aproximadamente con las elecciones norteamericanas. No obstante estamos hablando de un retroceso menor, ya que apenas supone un 3% sobre los bonos, lo cual trasladado a la bolsa sería aproximadamente un 7,5% de descensos, dentro de lo natural en tendencias alcistas de medio plazo.

De momento, vamos a olvidarnos del punto “2” puesto que todavía está en periodo de “gestación”.

Centremos nuestra atención en el punto “1” que como habéis podido leer, un servidor esperaba los descensos para a finales de octubre (segunda quincena), pero todo parece indicar que se han adelantado unos días. En el artículo ya comento que este tipo de indicadores que se basan en los flujos de capitales, no pueden ser nunca exactos al milímetro puesto que influyen infinidad de variables. No obstante, como podéis comprobar la desviación ha sido de apenas unos días, lo que tratándose de un aviso que llega con meses de antelación es más que suficiente para orientar nuestras carteras de forma óptima.

Ahora os estaréis preguntando sobre la magnitud del recorte y, aunque ya lo decía en aquel informe, vamos a tratar de ser más precisos (recordad que aunque esto no es una regla exacta puede ser usada como orientación).

Recordemos que una media aproximada en los últimos tiempos viene siendo que por cada punto porcentual de retroceso en el bono la renta variable suele retroceder 2,5 puntos porcentuales con unos seis meses de retraso.

Sabiendo esto, la primera pregunta que debemos hacernos es ¿Cuánto cayó el bono?

La respuesta es un 3,29%, lo que multiplicado por 2,5 nos da un retroceso aproximado del 8,22% desde sus máximos en la renta variable (en nuestro caso el SP500 es la referencia).

El punto de parada si quisiéramos ser exactos sería el que os he señalado con la línea discontinua. No obstante, como he dicho anteriormente, el estudio por su naturaleza no puede ser preciso al milímetro, por lo que la zona de recorte esperada queda dentro del rectángulo dibujado en la imagen.

Este es el escenario que manejo en estos momentos sobre la renta variable, que en ningún caso pasa por el inicio de una tendencia bajista global, ya que no se cumplen suficientes requisitos (los bonos apenas han caído y no tenemos divergencias en la línea A/D). Deduzco que los bajistas harán mucho ruido como es costumbre, pero es algo que va con la naturaleza intrínseca de los mercados.

Antes de que se me pregunte por qué no uso los bonos alemanes y no los americanos, vuelvo a insistir en que actualmente no empleo la deuda yankee como referencia, puesto que desde el año 2000 está siendo muy manipulada por el gobierno norteamericano, por lo que si antes del 2000 era la referencia, desde ese año la manipulación ha hecho que tengamos que recurrir a otro tipo de deuda menos intervenida.

Por supuesto, sobra decir que los descensos no tienen porqué darse de golpe. Lo normal es que lleven unas cuantas semanas, pero el objetivo que barajo es el señalado en la imagen. Como es lógico, este descanso en la renta variable afectará especialmente a los índices más débiles, así que cuidado con jugar en los países teñidos de rojo en nuestro ranking, puesto que la jugada puede salirnos cara.

Bueno, yo me he mojado y os he dado mi escenario de cara a las próximas semanas. Y vosotros, ¿os animáis a compartir conmigo el vuestro?

Siempre es un placer hablar con los lectores sobre el mercado, así que ¡espero vuestros comentarios!

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