Los Mercados Financieros El blog de Ricardo González

¿Qué es el lavado de cupón?



En el artículo “Todo lo que necesitas saber de los dividendos y que rara vez te han contado” ya os expliqué que, cuando una sociedad distribuye dividendos, la acción pierde un valor equivalente al importe del mismo.

Para que se entienda de forma sencilla, imaginemos que poseemos un kiosco cuyo patrimonio es exclusivamente el dinero que hay depositado en la caja, supongamos 2000€. La valoración de dicho kiosco es de 2000€ y ahora ese kiosco decide repartirle un “dividendo” de 500€.

Obviamente en este momento, en la caja del kiosco quedan 1500€ y otros 500€ que están camino de nuestro bolsillo. En este punto, veremos lógico que el valor del kiosco sea de 1500€ ¿verdad? Pues en las acciones cotizadas sucede lo mismo, por eso el valor de la acción desciende en el mismo importe del dividendo.

Bien, pero la historia no termina aquí. Ahora, de esos 500€ de dividendo que nos ha dado nuestro kiosco, el estado quiere su parte y, por lo tanto, supongamos a modo de ejemplo que retiene un 20% (esto varía según las circunstancias personales de cada uno). Resulta que de los 500€ que le ha traspasado su kiosco, a nuestro bolsillo tan solo llegan 400€ y al bolsillo del estado llegan los 100€ restantes.

Al final de la operación resulta que donde teníamos un patrimonio de un kiosco con 2000€, ahora tenemos 1900€. O lo que es lo mismo después de todo el proceso, hemos perdido el 5% de nuestro patrimonio.

Entendido esto, ya podemos entrar en el concepto de lo que se conoce como “lavado de cupón”.

Imaginemos que el mismo kiosco del que hemos hablado anteriormente cotiza en bolsa a 10€ la acción y que mañana paga un dividendo de 0,25 euros. Si el día de antes del pago del dividendo (por ejemplo 5 minutos antes del cierre) vendemos la acción a 10 euros en el mercado a otro inversor, éste inversor al día siguiente cobrará los 0,25 euros de dividendo brutos (a lo que hay que restar el importe de la retención, por lo que probablemente termine cobrando unos 0,2€ por acción).

Ese mismo día en el que se paga el dividendo la acción bajará en bolsa la cantidad abonada en concepto de dividendo tal y como he explicado anteriormente. Por tanto, cotizará a 9,75 euros y el inversor que vendió su acción a 10 euros la puede recomprar a 9,75€ con lo que estaría “ganando” el 0,25 equivalente al dividendo sin retención y así se evita la inmovilización de dicho capital. Esto es lo que se conoce como lavado de cupón.

Esta es una práctica que se suele utilizar generalmente a nivel institucional cuando se adquieren acciones de empresas extranjeras, ya que además de estar sujetas a dobles imposiciones (aproximadamente el 31% del importe bruto del dividendo) pueden pasar varios meses (e incluso años) hasta que la retención impositiva sobre el dividendo sea percibida por el accionista.

A la mayoría de inversores minoristas tal vez no le salga a cuenta practicar el lavado de cupón, ya que las comisiones de compra/venta pueden suponer un coste importante que haga que la operación no salga a cuenta, pero para grandes patrimonios y sobre todo a nivel institucional, es una práctica bastante extendida que permite ahorrarse inmovilizaciones de capital por un largo periodo de tiempo.

Recuerda que la herramienta “Mis valores” de esBolsa.com te informa de cuando un valor que tienes en cartera tiene previsto el reparto de un dividendo. Más información pulsando aquí.

Descargo de responsabilidad: La información, las opiniones y las ideas expresadas en este documento son solo para fines informativos y educativos y se basan en investigaciones realizadas y presentadas únicamente por el autor. La información presentada representa solo las opiniones del autor y no constituye una descripción completa de ningún servicio de inversión. Además, nada de lo aquí presentado debe interpretarse como asesoramiento de inversión, como un anuncio u oferta de servicios de asesoramiento de inversión, o como una oferta de venta o una solicitud de compra de valores. Los datos presentados en este documento se obtuvieron de varias fuentes de terceros. Si bien se cree que los datos son confiables, no se hace ninguna representación en cuanto a, y no se acepta ninguna responsabilidad, garantía o responsabilidad por la exactitud o integridad de dicha información. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, la inestabilidad política y el potencial de mercados ilíquidos. El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. Existe riesgo de pérdida en todas las operaciones. El rendimiento de prueba posterior no representa el rendimiento real y no debe interpretarse como una indicación de dicho rendimiento. Además, los resultados de rendimiento probados tienen ciertas limitaciones inherentes y difieren del rendimiento real porque se logran con el beneficio de la retrospectiva.

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