Los Mercados Financieros El blog de Ricardo González

La falacia de que a largo plazo la bolsa siempre sube



Una de las creencias más extendidas entre los inversores y que seguro alguna vez habréis escuchado es aquello de “a largo plazo la bolsa siembre sube”. Esto es así porque a pesar de los ciclos bajistas como vimos en el artículo “Así lucen 233 años de historia de las bolsas norteamericanas” el mercado tiene históricamente un predominante aspecto positivo.

No obstante, referirse al “mercado” aludiendo exclusivamente al comportamiento de los índices es un error. Me explico. Los índices son en sí mismos una estrategia de inversión, ya que los índices generalmente se componen de las empresas más grandes. Si una empresa dentro de un índice lo hace mal en los mercados, pierde tamaño y por tanto es sustituida por otra empresa que en los años previos creció de tamaño.

Esto hace que periódicamente salgan de los índices compañías y sean sustituidas por otras, generando una situación en la que dentro de los índices solo se mantienen los líderes de la época, y trasmitiendo la “falsa sensación” de a largo plazo “la bolsa sube”. No obstante, hay algo que los índices no reflejan. Muchas de las compañías que formaron parte de los mercados a lo largo de la historia se hundieron y desaparecieron, de hecho, son la mayoría de ellas. Lo que sucede es que los índices no reflejan esta cruel realidad porque cuando una empresa va mal, literalmente no forma parte del índice y por tanto la historia se “olvida” de ellas.

Por tanto, en contra de lo que muchos inversores piensan, los índices no reflejan lo que sucede en todo el mercado, sino que simplemente se dedican a reflejar el comportamiento de una “élite” de valores. Teniendo presente esto, cuando hablamos de que a “largo plazo la bolsa siempre sube” estamos cometiendo un error semántico, ya que estamos dando por hecho que los índices reflejan todo el mercado cuando en realidad reflejan una minoría.

Para ver el comportamiento real del mercado hay que recurrir a una mayor cantidad de datos que simplemente un histórico de un índice. Esto es lo que haremos hoy. Desde el año 1965 hasta la actualidad en las bolsas estadounidenses (NYSE, Nasdaq y Amex) han cotizado un total de 22017 empresas. Actualmente hay 6504. Esto significa que en los últimos 53 años hay un total de 15513 empresas que o bien han desaparecido o bien han sido absorbidas por otras. Para ser exactos son 15002 las empresas desaparecidas, ya que en estos 53 años hay 511 compañías que son fruto de la división de una compañía matriz.

Por tanto, si queremos saber el comportamiento real del mercado en todos estos años, hay que usar todos estos datos. Y eso es lo que haremos. Nos trasladaremos a 1965 (no nos vamos más atrás porque los datos no son fiables a partir de dicha fecha al carecer de registros oficiales) y simularemos el rendimiento obtenido por dos supuestos inversores que seguían dos estrategias:

  • Inversor 1: Compró el S&P 500 y lo mantiene hasta la actualidad
  • Inversor 2: Compra cada una de las compañías existentes en el mercado desde 1965 hasta la actualidad. Cuando una deja de cotizar, la vende y hace liquidez para futuras compras. Cuando una empresa nueva sale a bolsa la compra a primer precio de cotización. Si dispone de liquidez, lo hace con ese líquido, y si no aporta dinero adicional para poder formalizar la compra.

Para que ambas estrategias sean comparables, los dos inversores mantienen una comunicación estrecha de forma que ambos tienen el mismo porcentaje de liquidez si el inversor 2 ha de vender alguna compañía y ambos aportan el mismo dinero a su respectiva inversión si el inversor 2 lo necesita para acceder a la entrada de nuevas cotizadas.

La siguiente gráfica refleja evolución de la cartera de ambos inversores en los últimos 53 años.

Hay una sorpresa importante. El inversor que ha confiado su suerte a absolutamente todos los valores que han estado en el mercado desde 1965, acumula pérdidas del 3,18% durante esto 53 años. En cambio, el inversor que ha invertido en el S&P 500 acumula una revalorización superior a los 2500 puntos porcentuales.

En estos 53 años el inversor 2 ha tenido que soportar vender más de 8000 empresas sin percibir un solo dólar por ellas, ya que dichas empresas quebraron y su último valor de cotización fue cero. Esta racha se hizo especialmente palpable con el estallido de la burbuja “puntocom” donde hubo un boom de empresas tecnológicas que empezaron a cotizar a finales del siglo XX pero que pocos años más tarde con el estallido de la “fiebre tecnológica” no valían nada.

A principios de 2003 el inversor 2 había perdido el 89% de su inversión inicial. Desde entonces se ha recuperado, pero no ha vuelto a disponer del millón de dólares con el que empezó en 1965. De hecho, en los 53 años transcurridos el segundo inversor solo ha tenido más de un millón de dólares en apenas 14 meses (2,20% del tiempo). Poneros en su piel y pensad como se sentirá…

Comparando estos dos inversores está claro que el inversor en el S&P 500 sale ganador, pero recordemos que el estudio no se basa en decir que estrategia es mejor (de hecho limitarse a comprar el S&P 500 es una estrategia pobre con rachas de pérdidas superiores al 50%), sino en comprobar con datos como los índices no reflejan lo que sucede en el mercado y que aquello de “a largo plazo la bolsa siempre sube” es una falacia fundamentada en un error semántico.

En el mercado hay muchísimas empresas que han hecho, hacen y harán perder dinero a sus inversores. Esta realidad nunca será reflejada por los índices y por tanto basarse en los índices para simplificar y decir que ellos son el mercado es gran un error (que muchas veces se trasmite de forma interesada).

Lo cierto es que sin una estrategia bien definida que nos diga que comprar y qué no comprar en cada momento con un correcto estudio histórico tras ella y una correcta política de control de riesgos, la realidad del común de los inversores estará mucho más cerca del inversor 2 que la del inversor 1.

El mercado es mucho más difícil de lo que muchas veces interesadamente nos dicen, por lo que resulta vital ceñirse a las reglas de un método ganador para poder no solo ganar dinero, sino también superar el rendimiento promedio de los índices y reducir las rachas de pérdidas con correctas políticas de control de riesgo.

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Descargo de responsabilidad: La información, las opiniones y las ideas expresadas en este documento son solo para fines informativos y educativos y se basan en investigaciones realizadas y presentadas únicamente por el autor. La información presentada representa solo las opiniones del autor y no constituye una descripción completa de ningún servicio de inversión. Además, nada de lo aquí presentado debe interpretarse como asesoramiento de inversión, como un anuncio u oferta de servicios de asesoramiento de inversión, o como una oferta de venta o una solicitud de compra de valores. Los datos presentados en este documento se obtuvieron de varias fuentes de terceros. Si bien se cree que los datos son confiables, no se hace ninguna representación en cuanto a, y no se acepta ninguna responsabilidad, garantía o responsabilidad por la exactitud o integridad de dicha información. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, la inestabilidad política y el potencial de mercados ilíquidos. El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. Existe riesgo de pérdida en todas las operaciones. El rendimiento de prueba posterior no representa el rendimiento real y no debe interpretarse como una indicación de dicho rendimiento. Además, los resultados de rendimiento probados tienen ciertas limitaciones inherentes y difieren del rendimiento real porque se logran con el beneficio de la retrospectiva.

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