Los Mercados Financieros El blog de Ricardo González

La diferencia entre hacer trading e invertir



Cuando uno arranca en el mundo de las inversiones, hay ciertos conceptos que tienden a confundirse en medio del proceso de aprendizaje. No en los instrumentos pero sí quizás en algunas nociones que hacen sobre la forma de negociarlos.

En ese sentido, hay una taxonomía básica que puede trazarse dentro del mundo de las finanzas personales: inversores de largo plazo e inversores de corto plazo. Los primeros se basan de hacer análisis fundamentales exhaustivos con una órbita temporal amplia, en busca de lograr un rendimiento atractivo para el futuro.

En el caso de aquellos que hacen trading, si bien es una estrategia válida y gurúes como George Soros han hecho fortunas con ella, no es un concepto que se asemeje a la esencia misma de una inversión cuando miramos a años vista. En este caso, los análisis de corto plazo para el trading se hacen más en función de una perspectiva técnica, analizando movimientos del pasado del activo y viendo tendencias en sus curvas de rendimiento: hombro-cabeza-hombre, la taza de café u otras figuras son las que un analista técnico puede apreciar para determinar si una acción podría iniciar una tendencia alcista en el corto plazo.

Si bien el trading no carece de fundamentos, el objetivo de invertir es ir construyendo gradualmente una riqueza personal en un período de tiempo extendido a través de la compra y mantenimiento de una canasta de activos.Algunos ahorristas o porfolio managers pueden incrementar sus rendimientos a través del rendimiento compuesto, invirtiendo los intereses de un activo a la misma tasa para potenciar las ganancias. Las inversiones son mantenidas generalmente por mucho tiempo, con un plazo que puede alcanzar décadas hasta que uno decida finalmente a desprenderse de un activo en particular. Cuando uno se posiciona en acciones, puede dejar pasar el tiempo y en el medio obtendrá utilidades por apreciación de capital, dividendos, splits de acciones y más.

Además de esto, invertir significa también analizar ratios fundamentales de una empresa, como pueden ser el precio/ganancias, el retorno sobre el patrimonio neto, sobre activos, EBITDA, ratios de deuda, entre otros. A diferencia de un inversor de largo plazo, que mira estas cuestiones, un trader observa principalmente tendencias y movimientos en la curva, como dijimos, a través del análisis técnico.

En cierta manera el trader se asemeja más a la figura no tan querida en el mercado del especulador. Aquellos que buscan sacar ganancia de algún movimiento brusco cortoplacista del mercado o apostando a la baja de algún activo en el corto plazo. Es por eso que muchos traders son seguidores de la venta en corto, “alquilar” un activo pensando en la baja y venderlo caro para recomprarlo en un futuro a precio de liquidación.

Dos estrategias, dos miradas.

Descargo de responsabilidad: La información, las opiniones y las ideas expresadas en este documento son solo para fines informativos y educativos y se basan en investigaciones realizadas y presentadas únicamente por el autor. La información presentada representa solo las opiniones del autor y no constituye una descripción completa de ningún servicio de inversión. Además, nada de lo aquí presentado debe interpretarse como asesoramiento de inversión, como un anuncio u oferta de servicios de asesoramiento de inversión, o como una oferta de venta o una solicitud de compra de valores. Los datos presentados en este documento se obtuvieron de varias fuentes de terceros. Si bien se cree que los datos son confiables, no se hace ninguna representación en cuanto a, y no se acepta ninguna responsabilidad, garantía o responsabilidad por la exactitud o integridad de dicha información. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, la inestabilidad política y el potencial de mercados ilíquidos. El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. Existe riesgo de pérdida en todas las operaciones. El rendimiento de prueba posterior no representa el rendimiento real y no debe interpretarse como una indicación de dicho rendimiento. Además, los resultados de rendimiento probados tienen ciertas limitaciones inherentes y difieren del rendimiento real porque se logran con el beneficio de la retrospectiva.

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