Los Mercados Financieros El blog de Ricardo González

¿Es tan relevante el cruce de la muerte en el Dow Jones?


El martes de la semana pasada la media móvil de 50 días del Dow Jones cayó por debajo de su promedio móvil de 200 días, lo que técnicamente se conoce como la “cruce de la muerte”. Sin lugar a dudas llamar “cruce de la muerte” a un factor técnico, data al mismo de un titular de esos que gustan a los medios de comunicación ya que capta la atención del lector. No obstante, hoy veremos que este “cruce de la muerte” no es tal y comprobaremos que las creencias sobre este indicador son en gran parte infundadas.

Vaya por delante que hablaremos del “cruce de la muerte” que es cuando la media móvil de 50 periodos cae por debajo de la media móvil de 200 periodos. No es lo mismo que “el cruce de dorado” que se produce cuando la media móvil de 50 periodos cruza por encima de la media móvil de 200 periodos.

Para ver qué sucede en el mercado cada vez que se produce un “cruce de la muerte” sobre el Dow Jones, he creado un sistema simple que abra posiciones cortas cuando la media móvil de 50 periodos caiga por debajo de la media móvil de 200 periodos y cierre dichos cortos cuando el promedio rápido (50 días) vuelva a cruzar al alza el promedio lento (200 días).

Desde el año 1950, hemos tenido 44 “cruces de la muerte en el Dow Jones”. De esas 44 “muertes” la estrategia solo acertó en 10. Es decir, dar por hecho (como están haciendo esta última semana muchos medios especializados americanos) que el cruce de la muerte significa pérdidas aseguradas para el índice, dista mucho de ser tal puesto que tiene una tasa de error del 77,27%.

El último cruce de la muerte en el Dow Jones fue el 24 de agosto 2011, cuando el promedio de 50 días estuvo cotizando 91 jornadas por debajo del de 200 días y en ese periodo de tiempo el índice subió un 9,46% (va a ser que el mercado no estaba tan “muerto”).

Estudiando datos desde 1950 nos damos cuenta de que la gran mayoría de estos “cruces de la muerte” no aportan ninguna ventaja estadística que indique que el mercado vaya a caer más. De hecho, los que apostasen por cortos siempre que se ha dado el “cruce de la muerte” han perdido dinero.

Para ver cómo ha evolucionado el mercado cada vez que hemos tenido un “cruce de la muerte”, el gráfico que podéis ver al lado de estas líneas (gentileza de Stock Trader’s Almanac) muestra los 30 días de negociación previos y 60 días de negociación posteriores a los 44 cruces de la muerte que ha tenido el Dow Jones desde 1950.

La línea negra representa el promedio de los 44 cruces de la muerte. La línea verde representa el comportamiento cuando dicho cruce se ha producido en los mejores 6 meses para el Dow (desde octubre hasta abril) mientras que la roja representa cuando dicho cruce se ha producido en los meses que históricamente son más débiles para el Dow (de mayo a septiembre). Como vemos sobre el gráfico no hay grandes diferencias si dicho “cruce de la muerte” se produce en los “mejores seis meses” o en los “peores seis meses.”

Si hay algo que queda claro con el gráfico es que la mayor parte de la caída del Dow Jones ya había tenido lugar cuando se confirmó “el cruce de la muerte”.

Obviamente cuando se produce “el cruce de la muerte”, el titular llama mucho la atención del lector por lo la influencia que en su subconsciente pueden producir las caídas previas (el ruido de corto plazo del que tantas veces os he hablado). Tras varias jornadas negativas en los mercados levantarse por la mañana y leer en el periódico “cruce de la muerte en el Dow Jones” no hace más que acrecentar ese ruido. Esto es algo de lo que debemos huir, las decisiones de inversión no se deben tomar en base a “emociones” y sí en base a unas reglas fijas que hayan demostrado su robustez histórica enfrentándose a mil y un entornos diferentes de mercado.

Descargo de responsabilidad: La información, las opiniones y las ideas expresadas en este documento son solo para fines informativos y educativos y se basan en investigaciones realizadas y presentadas únicamente por el autor. La información presentada representa solo las opiniones del autor y no constituye una descripción completa de ningún servicio de inversión. Además, nada de lo aquí presentado debe interpretarse como asesoramiento de inversión, como un anuncio u oferta de servicios de asesoramiento de inversión, o como una oferta de venta o una solicitud de compra de valores. Los datos presentados en este documento se obtuvieron de varias fuentes de terceros. Si bien se cree que los datos son confiables, no se hace ninguna representación en cuanto a, y no se acepta ninguna responsabilidad, garantía o responsabilidad por la exactitud o integridad de dicha información. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos adicionales, como las fluctuaciones monetarias, la inestabilidad política y el potencial de mercados ilíquidos. El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. Existe riesgo de pérdida en todas las operaciones. El rendimiento de prueba posterior no representa el rendimiento real y no debe interpretarse como una indicación de dicho rendimiento. Además, los resultados de rendimiento probados tienen ciertas limitaciones inherentes y difieren del rendimiento real porque se logran con el beneficio de la retrospectiva.

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