La próxima semana daremos el pistoletazo a un nuevo mes, en este caso el mes de mayo. Tal y como es costumbre antes del inicio del próximo mes vamos a hacer un repaso detallado al comportamiento promedio que ha experimentado el mercado durante el mes de mayo en el transcurso de la historia.
Para ello, haremos uso de la herramienta “estacionalidad por periodos” de esBolsa.com, con la que podéis generar el estudio para analizar el comportamiento promedio del índice rector estadounidense en el transcurso del mes de mayo (o cualquier otro periodo).
Remontándonos hasta el año 1950 el S&P 500 tiende a mostrar tres tramos bastante diferenciados durante el transcurso del mes. La primera y la última semana suelen ser las más fuertes, mientras que la parte intermedia del mes se observa una mayor debilidad.

Sobre estas líneas podéis ver el comportamiento promedio del índice rector estadounidense en el transcurso del mes de mayo. En sus primeros días, el mes de mayo suele arrancar bastante favorable para el índice, no obstante, transcurrida la primera semana el mercado tiende a experimentar una mayor debilidad hasta aproximadamente la última semana, cuando el índice se recupera de las caídas logrando situar el rendimiento promedio en positivo.
De los 73 meses de mayo transcurridos entre 1950 y 2022, 44 resultaron con balance positivo (60,27% de las ocasiones) mientras que 29 se saldaron con balance negativo (39,73%).

El peor mes de mayo tuvo lugar en 1962 cuando el S&P 500 se dejó un 8,6% durante un mes de mayo que se sitúo en el epicentro de un mercado bajista iniciado unos meses antes y que llegaría a su final en junio de 1962. Este mercado bajista de 1962 se conoce como “Kennedy Slide of 1962” o “Flash Crash of 1962“. Durante este período, el S & P 500 descendió un 22,5%, y el mercado de valores no logró su recuperación hasta después del final de la crisis de los misiles de Cuba.
Por su parte, el mejor mes de mayo de la historia tuvo lugar en el año 1990, cuando el S&P 500 se anotó un 9,20%.
Como siempre os digo, los patrones estacionales están ahí para ofrecer una visión orientadora (que no operativa) de los mercados. Estos datos están bien para conocer cómo ha reaccionado el mercado ante situaciones similares, pero a la hora de operar lo importante siempre serán los aspectos técnicos que muestren tanto los mercados, como los sectores y los valores.
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